sábado, 6 de junio de 2020

Paralizados

Un día te despiertas y ya no te despiertas realmente, todo parece una película mal hecha, en tonos fríos que desconoces, como si no fueras tú mismo. ¿Alguna vez te has sentido así? 

Los días han ido pasando, pero a veces me despierto con miedo. ¿Y si todo volviera de pronto? Me cuestiono pensando en si sería capaz de sobrevivir esta vez. 
Los años han ido dejando mella en mí, nada es en vano realmente, ni lo mucho que vivas, ni lo mucho que dejes de hacerlo. Y yo he hecho ambas, a todas horas, aunque ahora esté tratando de arreglarlo. 
No olvido el pasado. Ese es el problema, la culpa que entre sien y sien me deja tocada y hundida. Ayuda
Pero sigo ganando las batallas que libro conmigo misma, por absurdo que parezca. Cada día sigo teniendo ganas de hacer que valga la pena, ganas de VIVIR, vivir de verdad. 

Un día me prometí no volver a recordar aquellas cosas que duelen, esos momentos que me hicieron cambiar de golpe, y para ser honesta no he recordado mucho, pero todo lo que fui y todo lo que me hice e hice, todavía me sigue pasando factura. Uno no puede absolverse a sí mismo, ¿no? Deberé rendir cuentas el día en que todo esto acabe, cual bolchevique, cual criminal. Y pagar por todos estos errores que acumulo, entonces y solo entonces soltaré quién fui, quien soy y volveré a nacer libre de mancha. 

No me atormento, pero no me ciego ante la realidad. Una muy distinta a la que una vez prometí, porque a estas alturas de mi vida yo debería estar muy lejos de esta casa amarilla, a kilómetros de la casa de techos altos que no hace mucho dejé atrás. Pero sirve haber salido viva ¿verdad?
Nada fue en vano, por mucho que me culpe (a veces), porque todo me llevó hasta aquí donde hoy estoy. 

No queda mucho, pero seguiré luchando para ganar. Hoy corro para ganar. 

K