jueves, 12 de mayo de 2022

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A veces echo la vista atrás, para recordar el sitio de donde vine. Y en mi mente quedan tantos arrepentimientos... Debí decirte que te quería.

Debí decirte que amaba tus ojos color miel, que nada me habría gustado más que abrazarte hasta verte profundamente dormido, que una parte de mí se enamoró de tu alma y de ese atardecer que veía en tus ojos cuando de vez en cuando, y sin tú pretenderlo, nuestras miradas se cruzaban en medio de esa aula de música. 

Debí decirte que fuiste muy especial para mí, que tu amistad me caló hondo, y fuiste la primera persona que supo sobre mi vida fuera de ese lugar verde. Que te quise como mi única y mejor amiga, y que siempre pensé (y sigo pensando, amiga mía), que el día que diga "sí quiero", quiero que estés ahí conmigo. "Mi michi". Y tú mi otra mitad, el dúo dinámico, te acuerdas aún?

Debí decir tantas cosas... aferrarme a lo hermoso que me dio la vida, porque sí, siempre tuve la maravillosa suerte de encontrarme con personas especiales en mi camino, y siempre las dejé ir.

Hoy que echo la vista atrás, recuerdo esa juventud a través de ese amor platónico por el chico de ojos tristes, a través de las tardes esperando verlo llegar junto a esa chica de pelo largo, a través de mi cuaderno de matemáticas donde solo dibujaba y escribía canciones tristes, a través de mis sentimientos desbordados cuando me mirabas, y de pronto me he hecho mayor. 22 años, 22 ya. Y dime, donde está la chica triste de uñas negras y collar de héroes del silencio, que miraba la vida a través de la ventana de su clase de bachiller?