sábado, 27 de enero de 2018

Siete meses

Nos alejamos de aquello que tanto amamos, dando pasos en busca de sueños, ¿verdad?

Siempre miro atrás, últimamente sí. No sé porqué, o tal vez sí. Siempre busco un rayo de luz, y me tropiezo con cosas de todo tipo, con alegrías que pude disfrutar más y penas que pude dejar de lado. Pero lo hecho hecho está, ya escribí mi pasado, y no me arrepiento. Pero me gustaría que el tiempo no corriera tan rápido, por favor, que el tiempo deje de correr. Por favor... 
Y ya no es miedo, ─aunque a veces sí─ es más una cuestión de desear algo imposible. Porque no quiero alejarme de ese ayer que mantengo vivo en mi memoria, esos días llenos de matices que necesito, necesito volver a vivir, solo por sentirme viva de nuevo. Solo por seguir viviendo de ese sueño adolescente, de esa falta de preocupación que ya no volverá nunca. Si fuera posible regresar el tiempo... 
Ya no volverán esos días llegando tarde a clase, ni esas tardes en las que solo miraba el techo de mi habitación mientras escuchaba música, no volverá la mirada de ese chico de ojos tristes, ni la lluvia que veía desde mi pupitre. Todo va quedando atrás, cada vez más y más lejos, hasta que llegue el día en que me de cuenta que esos años ya nunca volverán y entonces decida dejar de mirarlos.

Karen T.

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